jueves, 18 de julio de 2013

Entrevista a ALBERTO GRANADOS: «Nuestros temores subyacen en el imaginario colectivo».

Estos meses de verano muchos aprovechan para viajar y de viajes sabe mucho Alberto Granados que publica este año Historias imprescindibles para los amantes de los viajes.Un libro que da respuestas a muchas preguntas sobre viajes y viajeros, que espero poder abordar también este verano. Conocí a Alberto Granados con ocasión de su visita a Valencia promocionando su novela El fin de los días. De hecho, durante unos días, compartí el secreto de su portada antes de que saliese a la venta, dado el parecido de aquella con la de mi libro de relatos El hechizo de la mujer dragón. A la espera de hincarle el diente a su último libro, os dejo la entrevista que me concedió tras publicar El fin de los días


He visto en tu novela unas ilustraciones a mano que creo que son tuyas, coméntame esta idea.

Sí, la idea fue acercar los dibujos de la libreta del periodista (protagonista) y que muchos de nosotros, cuando vamos a hacer reportajes, llevamos. Están ahí un poco para ayudar a contar la historia y vivas, en primera persona, lo que va haciendo Richard.

Pregunta obligada, ¿cómo se te ocurrió la idea de esta novela?

Todo surge a partir de un viaje que hice a México hace un par de años para hacer unos reportajes para televisión, y dentro de esos reportajes tuve que hacer uno de la Santa Muerte que es una virgen con una calavera que visten como a una de las vírgenes de las nuestras. Me llamó mucho la atención todos esos reportajes que tuve que hacer en el México profundo, y pensé que era una buena temática si algún día tenía que hacer una historia. El personaje central de la novela en un periodista de mi edad, hay mucho de mí en esta novela, y creo que era una manera sencilla de arrancar una historia.

He leído que de los cuatro códices mayas existentes te has basado en el de Dresde. Creo que hay uno en Madrid. ¿Has podido verlo?

Claro, hay uno en Madrid; he podido ver algunas imágenes porque investigando de cuál sacaba las imágenes los he estado viendo a los cuatro, sobre todo al de Dresde, porque es el que mejor documentado está. Se puede entrar perfectamente en la biblioteca virtual que tiene la Universidad de Dresde, el códice se encuentra en una resolución estupenda, lo que pasa que conocer los códices por dentro era para mí prescindible, sólo necesitaba uno del que sacar imágenes.

Supongo que para el lector tampoco era necesario entrar en demasiada profundidad sobre los códices. La trama argumental va por otra parte, el libro no es demasiado técnico.

Claro, y de hecho he intentado que fuera así. Casi todas las explicaciones las da un personaje que es una arqueóloga cuando hay que explicar algo, el periodista es muy repetitivo. Hemos decidido que cualquier cosa que explique de los calendarios, los códices o cualquier historia relacionada con los mayas sea muy llana y que se entienda claramente.

El tema de Ciudad Juárez, ¿qué tal?

La verdad es que hay varios “Méjicos”México DF, que es una ciudad relativamente segura; está el México que conocen los turistas, que es el de la playas y el de los resorts maravillosos; y luego está el de la zona norte el de Ciudad Juárez, Chihuahua, Durango, donde nos llegan noticias más alarmantes, donde hay más muertos, en fin, donde está bastante complicado, la verdad es que es una zona bastante complicada. Ciudad Juárez es una de esas ciudades peligrosas donde siguen desapareciendo mujeres y siguen habiendo asesinatos.

Quería preguntarte tú que has tenido oportunidad de tocarlo más de cerca, por llamarlo así, ¿qué crees que pase en diciembre del 2012?

Yo creo un poco en los que dicen los historiadores que son más científicos, no hay en los códices que se han estudiado de los mayas nada que diga que terminar un calendario vaya a ser el fin del mundo. Para nada y de hecho en los demás calendarios que existen de los mayas lo que ocurre es que cuando termina vuelve a empezar desde el uno, se vuelve a repetir con lo cual yo creo que simplemente es una finalización de una era y comenzará otra y de nuevo el calendario. Lo que sí que es cierto es que muchas personas tienen esa creencia y según nos vayamos acercando a la fecha empezaremos a vivir más en serio gente que sigue convencida que en diciembre de 2012 será el fin del mundo y que están seriamente preocupados.

¿Tú  viviste esa preocupación cuando estuviste en México?

Esa preocupación yo creo que todavía no está porque no está tan cerca, pero creo que cuanto más nos acerquemos a la fecha se va a ver la gente, expectante, para ver lo que sucede.

¿Hasta qué punto la creencia en este tipo de cosas se apoya en la ignorancia, digamos, del pueblo llano?

Bueno, yo creo que en el fondo son temores que lleva la sociedad; siempre que hay un cambio de milenio estamos preocupados. Ha habido ni se sabe de fines del mundo, según las profecías descritas en épocas y en años se supone que debían haber sido el fin del mundo, y luego no han sido. Yo creo que de cierta manera nuestros temores están ahí, inmersos y subyacentes en el imaginario colectivo, y que cuando tenemos una fecha nos agarramos a ella. También es un gran negocio para películas, agencias de viaje, en fin, para sectas que atraen la atención de gente; no deja de ser un cierto tipo de negocio.

Tu novela está bien cocinada, y lo digo evidentemente con segundas, no sé si intuyes ya por donde voy. Veo en tu perfil biográfico lo del Titán de los fogones, y que además realizas críticas gastronómicas. Cuéntame eso.

Eso es uno de los hobbies que yo tengo, me gusta mucho la gastronomía y tengo un libro que se llama Titanes de los fogones que empezó de la nada y ahora son grandes chefs. Escribo crítica gastronómica, y si quería que la novela tuviera esa identidad para el que la leyera saboreara un poco la gastronomía de la zona. Se habla de vino, de comidas, hay bebidas, hay cócteles  hay algún cameo, bueno hay varios cameos importantes porque está Sistiaga, Oteiza... Yo quería eso, que la gente también tuviera una referencia de eso de la gastronomía y de la buena vida.

Porque, ¿es verdad eso que cuentan de la gastronomía mejicana tú que has estado allí?

Sí, es muy consistente, y además rica en matices, en olores, La verdad es que marca mucho.

A los lectores que ya te conocen de los libros que tienes publicados -no quiero centrarme sólo en el último-, afrontas el reto de una novela, ¿qué van a encontrar en El fin de los días?

Pues yo creo que curiosidad, van a descubrir un país como México, apasionante; el libro sirve como guía de viaje porque todo lo que hay, los sitios donde comen, donde se alojan, o donde van a tomar una copa (los personajes), todos estos lugares están documentados. El protagonista comería lo mismo si fueras mañana a México, con lo cual es una guía para la gente curiosa, tiene  parte de arqueología y parte de Historia que yo creo que está bien; luego tiene una historia de amor, asesinatos, tiene tensión, tiene thriller, tiene una serie de recursos que sin quererlo hacen un cóctel bastante explosivo.

¿Cómo se te ocurre dar el salto y escribir una novela? Ya que es muy exigente, supongo que te habrá llevado más tiempo, ¿cuál fue el desencadenante de esta novela?

Fue casi una imposición, vinieron a buscarme desde la editorial, tuvimos una reunión, y me propusieron hacer una novela. De hecho yo no lo tenía pensado y en las primeras negociaciones dije que no estaba preparado, pero me dijeron que si no fuera como pensaban, no estarían ahí para proponerlo. Saber que había una editorial como Espasa, tan importante, que iba a apostar por mí…, no me lo pensé. Al revés, todo el mundo va vagando con su novelita intentando venderla y dije: pues hay que apuntarse. Y viendo posibilidades me surgió la idea de México debido al tema del fin del mundo, y dije: vamos a probar, a ver si se puede hacer.

Una vez que ya ha salido y la has leído, ¿te gusta como ha quedado?

Sí, la verdad es que estoy muy contento, sobre todo por el apoyo de la gente. Además, yo en todas las entrevistas lo digo, se puede hacer la prueba, leerse las diez primeras páginas y si no engancha dejarlo. Creo que con las diez primeras páginas se empieza a meter uno en la historia y empieza a llamar la atención. Y que la gente que la ha leído la ve como cinematográfica, como si hubieras estado viendo una película en vez de leyendo el libro que era un poco el objetivo.

¿Qué es lo que te resultó más difícil, a la hora de abordarlo?

Tenía la idea en la cabeza y mi obsesión era contarla y contarla de la mejor manera posible para que la gente le resultara agradable.
Lo que intenté fue hacerme, lo primero, una sinopsis para tener clara la idea y lo que quería contar, luego hice una sinopsis un poco más grande para poderla capitular. Ya lo tenía todo claro, como en pequeñas celdas, en cada capítulo tenía lo que quería escribir. Eso era el inicio, me hice el esquema de los personajes, me los imaginé, como si fueran de carne y hueso, me puse incluso una fotografía de Salma Hayek, y a partir de ahí el perfil de cómo era el personaje. Y luego empecé a construir la historia.  Aunque luego la historia fue cogiendo vida propia y los personajes fueron desenvolviéndose por su lado. Terminé con una historia parecida pero no con la que en un principio pensaba.

La historia es ésta, no va a haber secuela por tu parte.

Hay una segunda parte muy clara, muy clara, que yo creo que la tengo en la cabeza, ya la tengo como muy estudiada. Los personajes han dado mucho juego. De hecho cuando la novela termina se queda como muy abierta, y yo creo que la gente se queda con ganas de saber cuál es el desenlace de todo, o qué va a pasar con esos personajes.

Muchas gracias y mucha suerte, Alberto.

Por Ginés J. Vera.

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