miércoles, 30 de octubre de 2013

HOMENAJE A HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT por Beatriz T. Sanchez

Con motivo de la festividad de Halloween / Todos los santos nuestra colaboradora Beatriz T. Sanchez ha preparado este texto original e inédito como homenaje a un autor de culto: H. P. Lovecraft

Agradecido, esperamos sea de vuestro interés.

Howard Phillips Lovecraft

“Anhelo lo etéreo, lo remoto, lo sombrío,
y busco reinos nebulosos del espíritu como
solo un Machen o un Dunsany pueden evocar”,
pero Lovecraft alcanza también a sus maestros aunque no se lo crea,
su alma escudriña en el Universo hasta vislumbrar
pozos mucho más oscuros y profundos,
llevando hasta ellos a sus lectores
para que contemplen el umbral de la locura
envuelto en un nuevo terror que su pluma dibuja
y con el trascurrir del tiempo como
Horror Cósmico será conocido.
El solitario anticuario, el astrónomo aficionado,
avanza desde la poesía arcana y lo macabro poesco
dando nombres sonoros a sus dioses innombrables,
ayudado por esos amigos por carta
y los jóvenes discípulos que le miran admirados.


“La emoción más intensa de la humanidad es el miedo,
y el más antiguo de los miedos es el miedo a lo desconocido”
pues él sabe “que vivimos en una plácida isla de ignorancia
en medio de mares negros e infinitos”
y con ello perfila sus relatos el materialista convencido
usando como ladrillos sus sueños y pesadillas;
“Creo en todo y en nada, porque todo es Caos,

siempre lo ha sido y siempre lo será”.

La arqueología y la ciencia, los mitos y leyendas
que guarda el Lovecraftávido lector visitante de bibliotecas,
los bosques de Vermont, las playas de Florida,
las vetustas calles de su natal Providence,
la colonial arquitectura tan de su agrado,
que conoce el Lovecraft de cortos viajes anticuarios,
por el oscuro horror y el hálito maligno serán tergiversados
negro sobre blanco en las hojas de sus múltiples relatos.
Es el espejo inconfeso de quien en su infancia su madre viuda decía
“eres feo y enfermo” alejando a su único hijo de los otros niños,
refugiándose él en los libros y la fantasía, la temprana escritura,
tornándose el árabe loco padre del Necronomicón, Abdul Alhazred,
el extraño atraído por la Tumba, el soñador Randolph Carter…

“El comercialismo y yo no hablamos el mismo idioma.
Sabiendo que nunca seré rico estoy satisfecho de quedarme
el resto de mis días a corta distancia de los bosques, campos y ríos
que recorrí en mi infancia.
Mi  principal ocupación remunerada es la revisión profesional
de la prosa y el verso de otros escritores, una tarea que odio,
pero más digna de confianza que los riesgos de la redacción original,
cuando uno no produce obras populares y de fácil venta.
Amo la libertad ilusoria de los mitos y sueños;
soy un devoto de la literatura como escape;
soy un cínico y materialista con gustos clásicos y tradicionalistas
que siente cariño por el pasado;
ya no queda mucho más que decir acerca de mí como autor;
soy una especie de ermitaño.
 El oeste resplandece rojo con un sol que ha partido,
y por sobre las antiguas copas de los árboles
la delgada hoz plateada de una luna joven se apura.
Debo regresar a casa…”

Por Beatriz T Sanchez

lunes, 28 de octubre de 2013

Entrevista a ELOY MORENO: «El sofá sólo es la excusa, lo importante está fuera de casa»

Eloy Moreno publica su segunda novela Lo que encontré bajo el sofá (Espasa, 2013) con un guiño a los lectores, en realidad, varios. Su primera novela El bolígrafo de gel verde fue un rotundo éxito de público no solo en los comienzos, autopublicada y autopromocionandose en las redes sociales, sino también cuando la editorial Espasa se fijó en ella. En esta ocasión el escritor mantiene su inconfundible estilo nos desvela una historia real, que sucede en Toledo pero podría ser cualquier ciudad. Una entrevista rápida, con cierto misterio por desvelar como lo que uno puede encontrar bajo el sofá.

‘Esta novela no forma parte de ninguna trilogía’, leo en la contraportada, ¿es una advertencia a los lectores que ya leyeron El bolígrafo de gel verde?

Es una advertencia a los lectores de que no van a tenerse que comprar dos libros más.

Su anterior novela tuvo una rápida aceptación, no en vano pudo comprobarlo día a día, en primera fila, autoeditándola y autopromocionándola con su maleta de viaje, ¿no teme perder un poco esa cercanía con los lectores al dejarla en manos de la editorial?

No, no, la editorial ayuda a que aún llegue a mucha más gente. Y ese contacto directo lo mantengo vía email, facebook, twitter... Además soy de los que se mueven muchísimo para hacer presentaciones, firmas, ferias del libro... me encanta el contacto con los lectores.

No es muy dado a los resúmenes de sus novelas ni a las biografías de solapa. ¿Qué hay debajo del sofá de Eloy Moreno?

Creo que lo mismo que debajo del de cualquier persona. Secretos de esos que sólo sabe uno mismo. A veces, incluso, secretos que ni uno mismo conoce.

La elección de la ciudad de Toledo para ambientar Lo que encontré bajo el sofá, ¿fue casual?

No, no, ya hace muchos años que visité la ciudad y que me enamoré de ella. Siempre pensé que iba a escribir una historia de la sociedad actual en un entorno histórico. Como para demostrar que el tiempo pasa pero que las personas siguen cometiendo los mismos actos.

Que la protagonista se llame Alicia me ha evocado a otra, la de Lewis Carroll, y la importancia de las decisiones que tomamos o no tomamos en nuestras vidas.

Sí, claro, el nombre de la protagonista lo tenía clarísimo desde el principio. De hecho hay una cita al inicio de la novela al personaje de Carroll. En mi caso, Alicia es una persona que muchas veces no sabe qué camino tomar, siempre duda entre lo que quiere y lo que es correcto.

¿Dónde debe uno apuntarse para ser superhéroe y dar una alegría a los niños aunque sea como limpiacristales en un hospital? ¿Esta novela es un poco como esos superhéroes y el público los niños?

Bueno, creo que ese es un poco el problema de la sociedad, a veces no hay que apuntarse a ningún sitio, simplemente hay que hacerlo. No nos puede servir de excusa el hecho de que no encontremos el lugar para apuntarnos.

Lo de que los niños no se manifiestan, me parece muy ilustrativo.

Bueno, los niños son niños, la infancia debería ser una época sagrada. Lamentablemente no siempre es así.

 ‘Al final, con la excusa de la crisis, todo se abarata, hasta las vidas’. Además de bajo nuestro sofá, ¿esta novela nos propone mirar más allá, hacia la calle?

Sí, en realidad el sofá sólo es la excusa, lo importante está fuera de casa.

Al leer algunas escenas he reflexionado que no solo va dirigida a un público adulto, sino acaso también a uno más joven; realidades que se enseñan, o se deberían enseñar en los institutos de educación.

Sí, totalmente de acuerdo, creo que ésta sería una buena novela para poner en los institutos, creo que daría mucho que hablar, que serviría para hacer intensos debates. Ojalá lo hagan.

Percibo en Lo que encontré  bajo el sofá una cámara indiscreta que (nos) observa y deja las reflexiones al lector, ¿cómo eligió este recurso narrativo?


Me gusta mucho la imagen de coger una ciudad y levantar todos los tejados. Y, al igual que un gato, mirar hacia el interior, simplemente observar, sin juzgar. Eso se lo dejo al lector.

Muchas gracias y mucha suerte, Eloy.

Por Ginés J. Vera.

jueves, 24 de octubre de 2013

Entrevista a ELOY MORENO: "Había días que llegaba a casa sin ganas de seguir"

   
Esta noche de jueves 24 de octubre me siento frente a Maleta de libros tras meditar cómo puedo festejar humildemente con vosotros el día de las bibliotecas. He recordado que en mi biblioteca de entrevistas tengo esta al escritor Eloy Moreno cuando visitó Valencia para promocionar su primera novela, El bolígrafo de gel verde. Curiosamente espero muy pronto publicar la entrevista que me ha concedido al hilo de su segunda novela. Pero eso será la semana próxima, hoy os dejo la simpática entrevista muy cerca del Jardín de Viveros.
Feliz día de las bibliotecas.


Cuéntame algo de ti como escritor, ¿cómo empezaste?

Empecé escribiendo relatos cortos, me presenté a concursos y un día pensé en dar el salto a la novela. Cuando acabé se la dejé leer a un par de personas, les gustó y pensé en hacer algo con ella. Tanto tiempo escribiéndola no quería que se quedase en un cajón tampoco.  Me tiré por la opción ésta que me salió bien pero me podía haber salido mal.

Esa es la siguiente cuestión, la verdadera historia de tu libro ¿cómo empezó todo?

Recién escrita no me plantee que hacer, la escribí y ya está. Luego sí, miré en editoriales pero era caro. Al final me hablaron de una empresa en Sevilla a la que pedí 300 ejemplares. Pensé que dejar los libros en librerías así, tal cual, no se verían; que se quedarían en cualquier rincón. Me decidí a publicitarlo yo mismo. Hice miles de marcapáginas que daba a la gente que se acercaban a la puerta de las librerías que me dejaron estar con una mesa y mis libros.

La idea era que si a la gente le gustaba pues bien sino pues nada. Me apoyé mucho en las redes sociales. Con el dinero de los 300 pedí otros 300 y así, sucesivamente llegué a vender 3000.

Les peí a la FNAC de Valencia la oportunidad de estar un dia y me dijeron que si. Fue un sábado, me fue bien y me dijeron de repetir. También estuve en alguna feria del libro pequeña, incluso en una librería de Ciudad Real. Llegué a la Casa del Libro que me dijo de probar y al publicarse aquí que es de Espasa, también pude aparecer en la web. La gente entraba dejando su opinión e hizo que los de la editorial se fijaran en mí y me llamaran para firmar contrato.

¿Qué tal se portaron contigo en la editorial? ¿Te impusieron alguna obligación?

No, se portan muy bien. Durante dos semanas estuve con ellos de presentaciones. Luego descansé un poco aprovechando porque fui papá. Lo único que me dijeron de cambiar fue la portada por temas de marketing pero del contenido nada.

Eso es interesante porque viendo el título tan largo, sin nada de “ángel” o “sangre”, ¿cómo se te ocurrió?

Pensé en muchos títulos y al final lo dejé en este aunque fuera largo, como me dijo también alguien en Castellón ya que el motor del libro era el bolígrafo de gel.

¿Has sido en alguna época dj?, porque alguien me comentó algo así y por ello tu popularidad.

Yo dj,  qué va (rie). Me ponía con mi mesa, echándole mucho morro y pasando mucha vergüenza. Había días que llegaba a casa sin ganas de seguir, después de vender diez libros tras estar todo el día allí de pie.

Leí en tu web lo de que tu madre llevaba tu libro al mercado para promocionarte.

No se lo pedí, (rie) se lo leyó le encantó… cuando salía lo llevaba en su bolso. A la gente que conocía o comprando se lo comentaba, a la gente que le gustaba leer. Mucha gente conoció mi libro así.

Esta experiencia te la guardarás con cariño.

Si porque allí donde voy hablo no solo de mi libro sino de qué hacer para publicar, de las alternativas, de las plataformas digitales, de todo el trabajo que tiene un libro.

Alguna anécdota interesante o graciosa.


Me confundían a veces con repartidores de publicidad. No quiero nada de propaganda, decían. Les chocaba muchísimo verme en la puerta de una librería con una mesa, no pensaban que lo había escrito yo. Muchos se quedaban a cuadros, miraban la foto de la solapa para comprobarlo.

Muchas gracias y mucha suerte, Eloy.

Por Ginés J. Vera.

(En la foto con Eloy Moreno y la también escritora Miriam Alonso)

lunes, 21 de octubre de 2013

Entrevista a LEONARDO PADURA: «Uno de los grandes problemas del hombre es no saber aprender de las experiencias de otros hombres».

Entrevisto al novelista y periodista cubano Leonardo Padura recién aterrizado en Valencia, tras un merecido café y cigarrillo con un guiño cómplice antes de las preguntas.
Periodista desde 1980, más tarde se dio a conocer como ensayista, escritor de guiones audiovisuales y novelista. Aunque tiene novelas en las que no figura el detective Mario Conde (como El hombre que amaba a los perros, galardonada con varios premios), sus novelas policiacas gozan de gran éxito internacional, habiendo sido traducidas a varios idiomas y obtenido prestigiosos premios.

Los que ya conocen las andanzas de ‘su’ detective Mario Conde, ¿qué van a encontrar en esta novela, Herejes?

Van a encontrar una novela diferente en el sentido de que no es una novela policiaca clásica. En la cronológicamente anterior, La neblina del ayer, a Mario Conde ya se le veía una evolución muy grande en el personaje respecto a las novelas anteriores, por su oficio de comprador y vendedor de novelas, porque ha envejecido, porque Cuba ha cambiado, y porque yo manejaba una estructura de la novela bastante atrevida, ya que en la primera mitad de la novela no hay crímenes. Ahora he forzado más las estructuras del género y a Mario Conde. Sigue teniendo el mismo oficio, pero se lo van a encontrar más viejo, desencantado, irónico, más desubicado en el mundo al cual él pertenece. Mario Conde es un cubano profundamente representativo de una generación, y esto entra en un conflicto grande en esta novela, porque es una generación que se siente profundamente desubicada, frustrada y porque él es un hombre que siente en muchos momentos que el mundo, los códigos del mundo que lo rodean, empiezan a ser códigos que él es incapaz de descifrar. Y eso para un hombre como él que vive entre la literatura y la calle le resulta muy dramático.

Mario Conde se considera integrante de esa generación que menciona, que aparece en la novela como ‘la generación escondida, la más desencantada y jodida’, cuyo único recurso es resistir como superviviente.

Mi generación es una generación de supervivientes, en la medida que practicó la supervivencia muy activa y dramática, en los años noventa sobre todo. Nosotros vivimos una gran crisis en los noventa de la que no hemos salido todavía; el panorama cubano es distinto, pero los efectos se han dilatado hasta el presente. Una crisis que nos obligó a practicar estrategias de supervivencia muy diversa. He conocido a amigos con hijos que dejaban de comer para que comieran sus hijos. Somos gente con una gran capacidad de resistencia y de cómo lograr la supervivencia

Ya que menciona la crisis, me preguntaba por esos lectores desencantados que, queriendo olvidar su situación actual, quizá busquen mayormente lecturas de disipación, de entretenimiento, ¿qué les diría si eligieran su novela en la librería?

Primero que la lectura del libro puede ser un poco sorprendente, pero no es difícil. Yo he practicado siempre la teoría de que escribo para comunicarme, es algo que aprendí en mis años de periodista. Mi gran reconocimiento público en Cuba fue como periodista. Hice un periodismo diferente ya que no tenía que ver con la política, con la cotidianidad, sino con relatos que a la gente le interesaban mucho. Logré desarrollar una gran habilidad comunicativa. Creo que la he mantenido como escritor, comunicar a los lectores es importante. Esta novela es un rompecabezas que se arma al final, pero las claves que utilizo no son claves narrativas complicadas para el lector. Y segundo, me gustaría que se acercaran no por lo anecdóticamente que se cuenta sino por el mensaje conceptual que es que aun pagando un precio, aun sufriendo determinadas marginaciones, castigos, excomuniones políticas, sociales, etc.,  el hombre tiene la responsabilidad de ejercitar su libertad.

¿Fue ese el origen de la novela?

Yo estaba construyendo una historia en la que había varios conceptos que le iban a dar vida a esta historia como el de la expulsión de determinadas personas en determinados momentos históricos y su búsqueda de la libertad, y este personaje judío sefardí, en la Ámsterdam de 1640, me parecía ideal para presentar esta historia en un contexto en el que hubo una gran tolerancia con la religión judía.

Aparece incluso en la portada un cuadro de Rembrandt, ¿por qué eligió este en concreto?

Al entrar en el mundo de Rembrandt es inevitable que se crucen los intereses de este con la comunidad judía. En varias ocasiones pintó imágenes bíblicas, imagines de rabinos, de personajes de la comunidad judía porque él vivía en el centro de la judería de Ámsterdam. Son cuadros enigmáticos y muy revolucionarios en el sentido que rompen con la estructura idealizada de Cristo, y de la pintura barroca de la época. Rembrandt decía que quería pintar a Cristo al natural: estaba buscando la humanidad de Cristo. Buscaba un modelo vivo y qué mejor modelo vivo que un judío. Este cuadro en concreto ha sido nombrado de dos formas distintas: ‘Retrato de un judío’ o ‘Cabeza de Cristo’. A partir de este acto evidentemente herético para un judío, de representar la imagen de Cristo, se me completaba el panorama de la herejía de este personaje, que es un personaje histórico del que no sabemos nada, pero al que yo le he creado una historia con una relación con Rembrandt y es protagonista de la primera parte de la novela.

¿Esta historia podía haberse contado sin Mario Conde, alguna vez lo pensó?

Sí, se podía haber contado sin Mario Conde, pero decidí que, a la hora de poder completar el marco que describe el relato antes de llegar a Cuba, el personaje de Mario Conde podía ser un facilitador para esta tarea.

Los nombres de los capítulos son muy significativos.


Sí, hay un juego evidentemente con todo el mundo de la filosofía, de la literatura judía, y por eso que recojo nombres de libros bíblicos para las historias de cada uno de estos personajes: el libro de Daniel, el libro de Elías, el libro de Judit y el Génesis, que es la cuarta parte, donde se vuelve al principio de todo y se explica un poco la relación de cada uno de estos tres libros.

«Sueño con ser trasparente», destaco esta frase de Isaías, en Berlín, en una carta a Joseph, en La Habana, por su dramatismo.

Para una persona que se ve envuelto en unas circunstancias en las que por su origen, color, ideas políticas o religiosas, por la condición que sea, que siente la agresividad del ambiente, que es agobiante, creo que muchas veces ha habido hombres que han deseado ser transparentes, desaparecer. Cuando uno siente algo tan fuerte, la necesidad de desaparecer, de ser invisible, es porque esa persona puede haber llegado a los límites de lo que puede llegar a resistir.

Emerge, casi a modo de prologo, una nota de autor que anuncia la labor de investigación llevada a cabo, y en concreto sobre el conmovedor testimonio de N. N. Hannover.

Desde que lo leí  –‘Desde el fondo del abismo’, se podría traducir al español–, fue algo que me conmocionó, aunque tuvo un gran recorrido de esta historia, lo extracté al mínimo porque creo que entre más conciso mayor efecto dramático tiene; pero son hechos reales, vividos por un testigo, y escritos según la información que vio este testigo. Se la considera la mayor matanza de judíos anterior al holocausto.

Sobre esa conmoción al recabar un testimonio así, me preguntaba si mientras escribía esta novela ha dejado alguna huella tras acabarla, ¿qué ha quedado en Leonardo Padura de ‘Herejes’?

Creo que el ejercicio de la literatura siempre va dejando primero un aprendizaje histórico, informativo, profesional en el escritor, pero también esta novela tiene que ver con el fenómeno de la tolerancia, tiene mucho que ver con la condición humana, en el sentido de que la libertad es un elemento inalienable de esa condición: nadie deja de ser libre por voluntad propia. Yo pienso que uno de los grandes problemas del hombre es no saber aprender de las experiencias de otros hombres. Las historias muchas veces las leemos como un relato que le pasó a otros hombres y que no nos afecta o no nos puede afectar a nosotros. A veces la novela tiene la capacidad de acercar la perspectiva de un acontecimiento histórico, porque lo pone en contacto con la relación humana, no solo con la historia.

Muchas gracias y mucha suerte.

Por Ginés J. Vera.

lunes, 14 de octubre de 2013

Entrevista a LARA MORENO: « Es la historia de una huida.»

Entrevisto a Lara Moreno, escritora sevillana, poeta y autora de los libros de relatos Casi todas las tijeras y Cuatro veces fuego. Elegida Nuevo Talento de Literatura FNAC 2013, presenta su primera novela Por si se va la luz, una obra narrada como un viaje intimista, lleno de pensamientos, donde una pareja decide romper con su manera de vida llena de necesidades materiales.

La historia está contada a varias voces, como en pequeñas dosis, a modo de esas cajas de tesoros que guardaba Nadia.

A mí no me parecieron tan pequeñas, pero a posteriori tal vez si, veo que son capítulos cortos, la historia avanza lineal a través de historias. Me plantee hacer la novela coral y posiblemente por eso, por ese camino mío de relatos, que es de donde venia, me planteé hacer un poco que, estéticamente por lo menos, funcionasen de forma independiente aunque la historia es lineal. Me resultaba más fácil empezar y terminar una y otra vez.

Tras varios libros de relatos, microrrelatos y poemarios, esta es su primera novela ¿cuál ha sido su evolución creativa y de dónde surge la necesidad de esta novela?

Supongo que era algo que llevaba ahí, yo siempre he leído novela, el ochenta por cien de lo que leo es prosa y entre la prosa, novela más que relato. Cuando hace muchísimos años empecé a convertir mis textos verboirréicos que no eran nada, que no estaban en ningún genero, los convertir en relatos; me enfrente a la construcción de un personaje, a escribir relatos. Me han dado muchas satisfacciones creativamente hablando y creo que me lo seguirá dando. La disciplina que requiere la novela no tiene nada que ver con nada. Llego un momento en que me dije: vamos a hacer otra cosa, y aquí está.

Me pregunto hasta dónde renunciar es renunciar en esta novela  «Renunciar es renunciar», dice uno de los personajes– y no una huida.

Renunciar no siempre tiene la connotación de huida, muchas veces tiene la connotación de todo lo contrario, de ‘aquí me quedo’, pero en este caso esto una huida en toda regla; es una huida un poco contra la historia, porque huyen a un sitio de donde casi no pueden salir, no es una huida hacia delante, es una huida con un muro ahí con el que se chocan. Respecto a su situación personal también es una huida, ya que en este caso huyen una pareja y se llevan todas sus mochilas de dudas paranoias, desazones e interioridades, y además están solos frente a nada. Es la historia de una huida.

 «Necesito que me comprendan y sobre todo afirma Nadia–, necesito que me hablen».

Es que Nadia es un personaje un poco conflictivo, a lo mejor, por lo que estoy notando sobre todo; no lo pensaba cuando lo escribía, pero es lo que voy notando por el feedback. Tiene una especie de crisis perpetua de identidad, no sabe nunca realmente dónde está bien, y es la que se enfrenta a un conflicto más grande con respecto a la sociedad no como logística sino como sociedad humana y con respecto a los lazos y motivos. A parte de esta necesidad que tiene, ha sido una artista plástica, ha dejado un poco de ser, porque en la ciudad donde vive eso no le sirve para nada y de pronto ha perdido este reconocimiento. Y además es una persona atada, aunque está constantemente buscando su liberación interna, pero está atada siempre a lo emocional, a su pareja, a su familia…, tiene mucha responsabilidad, y mucha culpabilidad.

¿No hay alter ego con su personaje, con Nadia, entonces?

No. Hice un poco a este personaje dando la vuelta a ciertas cosas respecto a mí, no quería meterme en Nadia no más que en los demás personajes.

Rescato esta frase en el texto: «Romper con las reglas de tiempo  y la propiedad es la antítesis del tiempo moderno».

Creo que sí, estamos en ‘esta’ civilización en concreto; moderna, entre muchas comillas; estamos en un aluvión de necesidades, de cosas que nos pertenecen, de muchos deberes que también nos pertenecen, muchas domiciliaciones bancarias de muchísimas cosas que nos dejan poco tiempo. El tiempo está completamente fragmentado y cada vez más, y ya con el Smartphone, soy la primera en usa constantemente, es el sumun; no hay segundo vacio.

No sé si hablar de la estética de texto, aludiendo a Nadia, o de la poética,  este mismo año ha publicado también un poemario.

Yo tampoco, está muy mezclado, depende. El concepto de estética tiene como muchos matices distintos según donde lo pongas, pero la estética tiene que ver con la forma, y yo la verdad es que estéticamente he trabajado bastante el texto y no solo el texto sino el contexto, Limar todo, el clima rural, el pueblo, enfrentarlos a la luz, al sol, a la ausencia de lluvia, a las rocas, a la tierra, es muy estético.

Nadia, como artista, afirma: «Sin la delicadeza destructiva del arte apenas puedo respirar.»

Viene de esta raíz que tiene Nadia y donde ella ha proyectado, sus movimientos personales más fuertes; se ha agarrado durante mucho tiempo a algo tan frágil como al arte, y no solamente frágil por su maquinaria, y por cómo funciona el arte, por lo difícil que resulta vivir del arte, tanto de la literatura, la música, etc, sino también por lo frágil que se encuentra uno respecto al arte. Ella ha simplificado su vida muchísimo en ese aspecto y asomarse de nuevo al arte no solo como el arte, porque ahora no hay límite, ella está al margen, es un poco volver a ella misma, a lo que ella es.

De la literatura a la música, me preguntaba ¿cuál sería la banda sonora de Por si se va la luz?


Estoy pensando en la música que escuche mientras la escribía, que fue mucha; por supuesto Radiohead que aparece en el libro, también Lhasa de Sela y Toni Bravo.

Muchas gracias y mucha suerte, Lara.

Por Ginés J. Vera.

sábado, 12 de octubre de 2013

AQUÍ YACEN DRAGONES, de Fernando León de Aranoa

Asiduo a las distancias cortas, a las exquisiteces literarias de narrativas breves, alabo doblemente la maestría de Fernando León de Aranoa con este Aquí yacen dragones, (Seix Barral, 2013) una colección de piezas narrativas elegantes e imaginativas. Encontramos en estas ciento trece narraciones verdaderas obras de orfebrería, sutiles, espontáneas, con una clara complicidad con el lector. El título alude a una metáfora: donde termina el saber, empieza la imaginación, en tanto en los mapas incompletos de la antigüedad aparecía a menudo la leyenda Hic sunt dracones. Pero estos dragones literarios de León de Aranoa solo deben de infundirnos un temor, el de provocarnos sorpresa, una exclamación descubriendo la poderosa fantasía y creatividad condensada en cada historia; el de alentarnos a devorar pieza a pieza, convertidos en voraces lectores.

    Sobre el autor, comentar que el conjunto de la obra cinematográfica de Fernando León de Aranoa ha merecido trece premios Goya, siendo presentado con regularidad en numerosos festivales internacionales. Ha escrito y dirigido varios documentales y publicado con anterioridad relatos, quedando finalista del Premio Camilo José Cela y recibiendo el Premio Antonio Machado de narrativa breve. En 2010 publicó Contra la hipermetropía (2010), una recopilación de textos y artículos en la que expresaba su manera de entender el oficio de la ficción.

   Sobre este libro, no me atrevo a destacar ninguna de las historias aun teniendo mis favoritas; todas participan de esa belleza poliédrica de dejarnos suspendidos entre la realidad y la imaginación. Talento en la alquimia de la fantasía textual, en la prosa depurada, la precisión en cada uno de los relatos, dándoles la distancia justa; artesanía de exquisitas piezas de relojería literaria. Acaso el guiño de ‘Advertencia’, acaso la rotundidad de ‘Memorias de un amnésico; quizá la delicadeza de ‘Colorín colorado’ o ‘Risas’.


  Recomendable sin vacilación como lector y escribidor de microrrelatos.

Por Ginés J. Vera.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Entrevista a REYES MONFORTE: «Creo que los secretos no se pueden esconder para siempre.»

Su primer libro, Un burka por amor, se convirtió en uno de los best sellers de 2007, alcanzando las 42 ediciones, y se llevó a la televisión en una miniserie que siguieron más de cuatro millones de espectadores. Tanto esta como sus posteriores publicaciones, Amor cruel y La rosa escondida, han sido traducidas a varios idiomas y confirmándola como una de las autoras más importantes del momento. Tuve la suerte no solo de conocerla y entrevistarla sino de actuar como moderador en la presentación de su novela en Valencia. Agradecido a ella y a la editorial, os dejo la entrevista a la espera de vuestros comentarios.

Tras el éxito arrollador de su primera novela Un burka por amor, llevada luego a la pequeña pantalla, y el de sus novelas posteriores, ¿cómo encaró la creación de esta nueva novela?, ¿a qué cree que se debe esta notable aceptación entre los lectores?

 Eso habría que preguntárselo a los lectores, que son los que deciden si una novela tiene o no aceptación. Son ellos los que convierten en best seller un libro, no somos ni los autores ni las editoriales. Por eso cuando me preguntan cuáles son las claves para escribir un best seller yo siempre contesto lo mismo: “si yo lo supiera, escribiría un best seller todos los años y serían los bancos los que editaran los libros y no las editoriales”. Ese poder lo tienen los lectores.

Yo siempre encaro la creación de una nueva novela, primero con ilusión y pasión por contar una nueva historia y sin la presión que algunos presuponen que debo tener porque mi primer libro, Un burka por amor, llegara a más de un millón de lectores, se tradujera a varios idiomas y se realizara una adaptación audiovisual. Cada historia es diferente, te emociona por motivos distintos y no deja de ser una aventura a la que te lanzas sin red. Y eso es lo bonito de todo esto.

Los fantasmas del pasado tienen mucho que ver con Laia, la protagonista, ¿cree que el destino nos predetermina de alguna manera, que por mucho que queramos ocultar nuestro pasado tarde o temprano tiende a salir a la luz?

El pasado es algo que no podemos cambiar por mucho que queramos. Está ahí y negarlo es auto engañarse. Somos lo que somos por nuestro pasado. Como dice uno de los personajes de Besos de Arena, el pasado es como el vientre de una madre: nunca podrás olvidar de donde has salido, te guste o no, nunca podrás cambiarlo, es tan irrevocable como la muerte. El pasado es nuestra particular fábrica de sentimientos. Otra cosa es que algunos intenten disfrazarlo, manipularlo o tergiversarlo, pero eso no logrará cambiarlo.

¿De dónde surgió la idea de escribir esta novela?, tengo entendido que fue a partir de un documento fechado en 2007.

Tenía ganas de recuperar la vida y la historia de la que fue la última colonia española en tierras africanas, el llamado Sahara español, y la historia de Besos de Arena me pareció perfecta para poder hacerlo. El libro está situado en tres escenarios distintos: la España actual, la ciudad española en el Sahara, Villa Cisneros (la actual ciudad de Dajla) y los campamentos de refugiados de Tinduf, exactamente en el campamento de Dajla. Es cierto que un compañero me enseñó una cédula de liberación, mejor dicho dos, alguna de ellas incluso llegó a publicarse en un diario: una fechada el 29 de septiembre de 2005 y otro documento administrativo de un Tribunal de Tinduf formalizando la liberación de dos esclavas y de su descendencia. Me llamó tanto la atención que en nuestros días todavía exista este tipo de esclavitud, vinculado más bien a una vinculación de propiedad de una persona sobre otra, que me pareció perfecto para completar la historia de Besos de Arena. Sorprende que en pleno siglo 21 la existencia de esclavos, pero la realidad habla de 27 millones de esclavos en todo el mundo, y en España esa cifra se sitúa en los 50.000 personas que viven una situación de esclavitud, sobre todo sexual y laboral. Debería darnos que pensar.

Además de la parte romántica, en Besos de arena también encontramos una historia cruda, a modo de denuncia social, acerca de una realidad que persiste al otro lado del Estrecho.

No creo que haya una parte romántica propiamente dicha, ni otra parte de aventura ni otra parte histórica. Creo que hay una historia completa, como la propia vida, y en la vida va todo de la mano, es como un contenedor donde se van recogiendo distintas facetas. Besos de Arena es la historia de dos historias de amor que se entrecruzan en un mismo escenario, el Sáhara, pero 40 años después, y en esos 40 años el mundo ha girado su historia, su política, su estamento social…. En definitiva, la novela no deja de ser un baile entre personajes del pasado y del presente, y durante ese baile lo que sucede es la vida.

A menudo los personajes están inspirados en personas reales, creo que es así en el caso de Mayka, la abogada.
  Todos los personajes de Besos de Arena están inspirados en una o en varias personas reales. La propia Laia es un personaje de ficción pero hay muchas Laias, incluso en España se han encontrado niñas saharauis que han asegurado ser esclavas en su tierra y estar privadas de la libertad que se presupone debe tener. Cada uno de los personajes tiene una razón de ser y de decir en esta novela. Mayka, la abogada y activista que mueve los hilos para poder rescatar a Laia, también está inspirada en una abogada española que lógicamente se llama de otra manera, pero te puedo decir que es igual de pelirroja y sus ojos son igual de azules que la Mayka de Besos de Arena. Otros personajes como Brahim, Karim el Negro, Luis, Julio, Ahmed, la estupenda Maima, Carlos o Germán,  también están basados en personas de carne y hueso, muchos de ellos con un contenedor de personajes que he tenido la suerte de poder conocer o de los que me han hablado. Es una novela muy coral, hay una gran riqueza de personajes.

¿Está de acuerdo con la frase: hay cosas que ni el tiempo borra ni la arena del desierto entierra?

Una frase parecida aparece en la novela. Creo que los secretos no se pueden esconder para siempre. Es imposible. Pueden pasar 40 años, como en la historia de Besos de Arena, hasta que el destino, la vida, la suerte, el azar o el sirocco saque a la superficie lo que creíamos que habíamos enterrado para que nadie lo descubriera. Hay dos frases en la novela que dicen mucho sobre esto: una, que no resulta fácil gobernar los secretos y mucho menos sopesar la respuesta de quien lo descubren, y la segunda dice que las personas que creemos buenas son las que guardan peores secretos. Y Besos de Arena es buena prueba de ello.

Un pensamiento de Besos de arena como: ‘es sencillo conformarse con lo que se tiene cuando no se sabe lo que se está perdiendo’, puede ser válido para muchas facetas de nuestra vida.

Por supuesto. Tú no puedes echar de menos lo que no conoces, y eso le pasa a muchas personas que, debido a las circunstancias en las que la vida les ha colocado, no saben que hay otros mundos, otros derechos, otras libertades, otras realidades, otros “lujos”, otras manera de vivir…. Y muchos cuando conocen esa otra realidad, no quieren prescindir de ella. Y es normal, tienen el mismo derecho de disfrutarlo que otros, aunque algunos intenten negárselo.

Aventura, amor, injusticias, secretos,… pero también un canto a la libertad, en mi opinión, que palpita en Besos de arena, aunque Mayka reflexione sobre ‘porqué la gente lucha por obtener la libertad si cuando por fin la consigue, se niega a hacer uso de ella’.

Ese es un pensamiento que tiene Mayka después de vivir algo con otro de los protagonistas del libro que mejor no desvelamos para que el lector pueda disfrutar de ello. Pero aunque ese pensamiento aparezca en la cabeza de Mayka después de una experiencia personal, la verdad es que también sirve para la historia en la que está involucrada. Es curioso, pero sucede más de lo que pensamos. Da mucho que pensar.

Las protagonistas de sus novelas, incluida Laia en Besos de arena, son mujeres; pero las historias que cuenta, sus dramas, miran por igual a cualquier lector, hombre o mujer, ¿no es cierto?

Es cierto que en mis cinco novelas las protagonistas han sido mujeres pero no es algo premeditada. Ha surgido así. Yo busco buenas historias, historias que emocionen, que conmuevan, que tengan una carga vital importante y que sean dignas de ser contadas, independientemente de que su protagonista sea hombre o mujer. De todas maneras, la protagonista femenina no se entendería, en ninguna de mis novelas, sin la aparición de los protagonistas masculinos. No se mantendrían en pie, no tendrían recorrido, ni vital ni narrativo. En Besos de Arena la verdad es que la historia ha quedado mucho más coral.

Las personas que creemos buenas, leo, son las que guardan peores secretos. No sé si preguntarle por el secreto de su siguiente novela o fiarme de la bondad de esta reflexión.


Mejor se fía de la bondad de esa reflexión… aunque no creo yo que esa frase encierre precisamente bondad,… más bien lo contario. Haga la prueba, y cuando presente mi próxima novela, (de la que no le puedo contar nada por si acaso…), hablamos…. Hay otra frase genial, extraída de “Un tranvía llamado deseo”, que me encanta y que  he utilizado en alguna novela, creo recordar que en La Rosa Escondida: “Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos”. Y si también hace la prueba, verá como es cierto. Es la vida.

Muchas gracias y mucha suerte, Reyes.

Por Ginés J. Vera.

viernes, 4 de octubre de 2013

ULTIMAS TARDES CON TERESA, de Juan Marsé

“¿Y en qué parte del mundo, entre qué gente no alcanza estimación, manda y domina un joven de alma enérgica y valiente, clara razón y fuerza diamantina?”. Con esta cita de Espronceda arranca la novela de Juan Marsé y se presenta a uno de los personajes más destacados del autor y por tanto de la literatura española, alguien que no deja indiferente a nadie, que provoca rechazo, adhesión o ambas cosas a la vez: el Pijoaparte.

   Verano del 56. Un murciano de un barrio deprimido de Barcelona llamado Manolo Reyes, alias el Pijoaparte, va a la caza de alguna jovencita de familia bien para promocionar socialmente. Se apoya en su aire altivo, en su más que agraciado físico y en ciertos modales adquiridos de niño en el palacio de un marqués donde sirvió su madre. Mientras, se dedica al robo, principalmente de motos, para ir tirando.   

   No es en absoluto enamoradizo. Muy al contrario, ve al sexo femenino como un poder oscuro capaz de someter al hombre: “Siempre supo que aquellos inmensos pechos redondos y ciegos, pintados con dos flores moradas y casi metálicas que le miraban a uno fijamente como unas gafas de sol, poseían algún secreto y terrible poder de destrucción”.

   Pero algo cambia cuando el sexo femenino viene revestido de dinero: “El amor es irracional y ciego, dicen, pero él sospechaba que eso era otro cochino embuste inventado para engañar a las almas simples: porque si hubiese conocido a Hortensia al volante de un coche sport, por ejemplo, como en el caso de Teresa, enamorarse de ella habría sido muy fácil. ¿Qué eso ya no habría sido amor? Amor y del grande”.

Así que se enamora, y claro, le entran los miedos, sobre todo de que su amor le venga demasiado grande: “¿Qué haces tú aquí, chaval, qué esperas de esa amistad fugaz y caprichosa entre dos estaciones, como de compartimiento de tren, sino veleidades de niña rica y mimada y luego adiós si te he visto no me acuerdo?”.

   La trama principal está lanzada, con subtramas igualmente interesantes, como la política, en la que el autor aplica su tono más mordaz y descreído. ¿La idea de la libertad para el Pijoaparte?: “Un coche sport. Un veloz y fulgurante descapotable”. Trama y subtramas no hacen sino redondear la personalidad del protagonista.

   Sólo le pondría un pero a la construcción del personaje, y es la excesiva comprensión de todo el mundo hacia la actitud violenta e insolente del Pijoaparte. Se diría que hasta les atrae su mal carácter. Teniendo en cuenta que entre ellos está el padre de Teresa, es difícil encontrar una explicación, a no ser una fisonomía privilegiada que haga pasar por alto lo demás.

   Luego se corrige, el amor mejora a Pijoaparte, atempera su agresividad. No olvidemos que Últimas tardes con Teresa es una historia romántica, escrita en pleno boom de las novelas rosa de Corín Tellado y con la revista Hola marcando los inicios de la prensa del corazón. Una influencia a la que no es ajena la novela.

   Pero tampoco olvidemos que Marsé es uno de los mejores narradores vivos de este país, para muchos el mejor, y que tiene una especial habilidad para escribir en el momento adecuado acertadas metáforas que terminan de hundir el puñal de lo que está contando.


   Ahora, como despedida, volvamos al Pijoaparte. Veámosle, por ejemplo, la noche que conoció a Teresa, con un cuba-libre en la mano, sentado en el sofá-balancín de un jardín donde se celebraba la fiesta en que se había colado. Se acercaba el amanecer, la oscuridad iba a dejar de protegerlo, era hora de marcharse. Su estampa se perfiló contra la claridad rojiza del cielo, “donde las estrellas se fundían apaciblemente como trozos de hielo en un vaso de campari olvidado en la hierba”.

Por Ricardo Guadalupe.

miércoles, 2 de octubre de 2013

CINCUENTA SOMBRAS LIBERADAS, de E. L. James

Si en la primera parte el Señor Grey se muestra como un desconfiado y frío hombre de negocios multimillonario, con unos gustos un tanto especiales en el sexo y una fijación enfermiza por la jovencísima Ana y en el segundo se casa con ella, en este tercero nos contará la autora, y siempre desde la perspectiva de Ana (he acabado de los nervios con esa primera persona, siempre en presente desde la que nos habla) el ajuste de este matrimonio lleno de altibajos en los que la dulce Ana tendrá que batallar continuamente con el  controlador Christian Grey. Se enfrentarán a los celos, a los miedos y las dudas de cada uno de ellos a la vez que un personaje proveniente del pasado (no se puede contar más) acomete distintas acciones contra ellos y la familia de Grey.  Y sin olvidarnos del sobre esfuerzo que hace Ana para acostumbrarse a ser enormemente rica. Algo que ya se sabe tiene que ser muy duro y difícil.

Todos hemos oído ya hablar de E.L. James. A estas alturas creo que se puede decir que ha iniciado una nueva línea en el terreno de la novela romántica. Una línea en la que el sexo explícito y toda clase de prácticas sexuales alternativas son los protagonistas, eso sí, envueltos en historias amorosas de las de toda la vida, aunque parezca una contradicción.

Si soy sincera he sentido el más puro aburrimiento ante las repetitivas escenas de sexo. Deja claro, e incluso en algún momento la protagonista lo dice, que el tal Grey solo sabe resolver sus problemas a través del sexo y aunque Anastasia desea que se comunique con ella de otras formas (por poner un ejemplo: hablando,  no deja de estar deseosa de compartir la peculiar forma de acercamiento de Grey.  Aún así observamos una evolución repentina del personaje masculino a raíz de un suceso que le acontece a Ana  (yo creo que porque ella está de reposo y no pueden tener relaciones físicas) y le cuenta, lo que está muy bien porque así nos enteramos todos, como empezó con ese tipo de prácticas sexuales y como Elena, la particular Mrs. Robinson de Grey, canalizó las frustraciones de un problemático adolescente convirtiéndolo en sumiso. El paso de ese estado de sumisión al de dominante lo explica por su perpetua necesidad de controlar todos los aspectos de su vida. En esta tercera parte, que amenaza con no ser la última, intenta subir la tensión con una serie de atentados, persecuciones en automóviles, incendios y secuestros, quizá y a mi único y personal parecer hubiera funcionado mejor si estos episodios no hubieran estado precedidos y continuados por sesiones maratonianas de sexo (sí, sé que repito mucho la palabra sexo pero tratándose de esta saga no se puede evitar).

Para finalizar y ya olvidando mi opinión personal, después de consultar en las redes y a las lectoras entusiastas de la saga que habitan a mi alrededor, parece ser que este es el mejor libro de la serie, que es una lástima que Christian Grey solo sea un personaje de ficción, que la palabra “azote” despierta sensaciones imprevisibles y que el sexo de toda la vida se llama vainilla.


Por May Lloret Barberá

martes, 1 de octubre de 2013

ANIVERSARIO EN MALETA DE LIBROS

MUCHAS GRACIAS!!!!!

Quería comenzar esta entrada así, dándoos las gracias por haber hecho posible este aniversario. Hoy, uno de octubre de 2013, se cumple un año de vida de este blog literario. MALETA DE LIBROS CUMPLE UN AÑO

Y es un cumpleaños festivo porque en estos doce meses nos habéis dado vuestro apoyo acercándoos a las reseñas y entrevistas que Beatriz, May, Ricardo y yo hemos ido hilvanando semana tras semana. 

Os estamos muy agradecidos, más de 20,000 visitas en estos doce meses son... un montón de visitas, de sugerencias, comentarios e ilusiones para seguir estando, siendo, leyendo y compartiendo con vosotros al menos un año más.

Un espacio literario sin publicidad, algo que seguiremos manteniendo y con la independencia de cada uno de los que formamos Maleta de libros para opinar sobre los libros, sobre los autores.

De nuevo gracias y felicidades a vosotros también, desde este lado, porque compartir estos doce meses, estos libros, estas opiniones nos hace tanta ilusión como a vosotros.

Felices lecturas desde Maleta de libros, un saludo afectuoso y literario de:


Beatriz T. Sanchez.

                            May Lloret Barberá

                                                          Ricardo Guadalupe

                                                                                          Ginés J. Vera.